Todo álbum necesita una canción insignia, “Puente” lo es en el Bocanada, es el track más pop del álbum, un sencillo para poder cantar en cualquier lugar y en cualquier circunstancia.
Las frases que la escalonan son proyectiles líricos, no hay ningún párrafo que no sea inolvidable.
Hoy te busqué en la rima que duerme
con todas las palabras
La batería desde el principio es la puerta a un sonido sacado de otra galaxia, la cual, lleva una línea narrativa junto con el bajo que nos señalan que el universo musical de Cerati no tiene final, y la guitarra acústica nos aterriza en una melodía sencilla, casi inocente, adorable, y la otra guitarra es arrastrada por un efecto doppler, sí, estirada para construir caminos de una nota musical a otra.
Desordené
átomos tuyos
para hacerte aparecer.
Los coros son acentos siguiendo la armonía de la guitarra, alguna veces beatles, alguna veces imperceptibles a la primera escucha pero formando un todo con mucho volumen.
Un todo amplificado al máximo nivel
Después, un puente musical para reconocer su firma personal en la guitarra, y unas percusiones, maderas, en sampleos para disolverse en la corteza cerebral, y ahí queremos recordar su videoclip:
“Era una idea medio extraña: una especie de cápsula que anda por la ciudad de Buenos Aires y mientras voy subiendo algunos amigos arriba, los paseo, digamos, y todo va reflejándose en el vidrio, es un poco esa idea, y al final hay un espacio exterior donde salto”, así lo describe Gustavo en el libro Cerati en primera persona.
Y después, llegando al final, nos sumergimos en una marea alta que repicotea contra las paredes de nuestros oídos, la batería profanadora, su voz gritando: ¡Gracias por venir! y la guitarra escalando a un punto monumental, ahogándote en un clímax sonoro, y sin más, acabas un paraje de paz, azul, aterrizaste en el álbum Bocanada, su montaña más alta.
“Cruza el amor por el puente”
Texto: Andrés Villela