El mundo vive un proceso de cambio paulatino, el motivo es la alerta de violencia a nivel mundial, con una creciente preocupación por la violencia de género en Latinoamérica. El movimiento no se encuentra únicamente entre todos los manifestantes y las protestas del pueblo, a nivel musical también hay llamados de atención. Ana Tijoux, cantante, rapera y compositora chilena-francesa, nos comparte su perspectiva de la problemática.
Las mujeres se están organizando desde muchos ámbitos: estudiantes, trabajadoras, campesinas, amas de casa, piden que cese la violencia y dan a conocer los dolores del pueblo. Todas las marchas y movimientos son simbólicos e importantes, pues para Ana, es impensable el nivel de maldad contra otro ser humano, la magnitud de violencia en los asesinatos es inhumana.
“Es lamentable que tengamos que marchar, que tengamos que parar, que tengamos que reflexionar para finalmente hacer una petición que tiene que ver con la vida humana. Eso es lo más terrible”
Sin embargo, le emociona el protagonismo de las mujeres para decir basta. Prueba de ello fue el paro nacional que se realizó el pasado 9 de marzo, un día sin ellas. Con todo ello, se pone a discusión el patrón de educación que hemos recibido y el patrón social en el cual hemos sido criados.
“En el imaginario social nos toca la teoría actual de justamente poner en cuestionamiento todo para cambiarlo”
Ana asegura que esta reflexión debe hacerse en todos los ámbitos, el cultural: cómo nos referimos a las mujeres, cómo hemos sido educados, la música que escuchamos; el mediático: la publicidad, la mediatización de las mujeres, la complicidad de la televisión, la mofa a la muerte ajena; hasta el judicial, en el que las penas que se apliquen a estos crímenes sean ejemplares para que se frene la violencia.
“Estamos en un 2020 en el cual nunca hemos hablado tanto de feminismo y nunca hemos tenido canciones tan misóginas sonando en la radio”
El cambio y la protesta no es cosa de mujeres, sino de todos. Ana Tijoux no sólo es músico, es madre, mujer, hija, hermana, sobrina, tía, amiga; y es desde todas esas perspectivas, que tenemos que ver el problema.
“Desde todos los frentes, desde todos los lugares, poner la gran pregunta de cómo podemos cambiar para que esto no se vuelva a repetir y no volvamos a tener que hacer el día de la mujer, para que no volvamos a tener que marchar para pedir que no se nos viole o no se nos asesine”
La rapera tuvo la fortuna de contar con una educación distinta. Creció entre medios hermanos, todos varones y sus padres la criaron con convicción. Su madre es socióloga y no le gusta cocinar, por lo que siempre vio a su padre en la cocina. Su progenitor fue el mayor de sus hermanos y tuvo que aprender muchas labores domésticas por necesidad familiar. Él nunca se cuestionó si aquello eran cosas de hombres o mujeres.
Por ello, desde pequeña siempre fue porfiada con lo que creía y con lo que es. Sin embargo, su trayecto en la industria ha tenido complicaciones, obstáculos que ha tenido que sortear porque su pasión es la música.
“A una le toca lamentablemente que una tiene que ser una mujer siempre atractiva, bonita, el no derecho a envejecer. […] Que lamentable porque finalmente la música no conoce edad, no conoce color, no conoce país, la música es música. La única dictadura que yo acepto en mi vida es la música”
Una pasarela de moda, la estética se comió la música.
Sin embargo, considera que en México hay mucho que decir y hay numerosos proyectos que merecen visibilidad. Y aunque ya hay más presencia femenina en la industria, sigue peleándose esa accesibilidad.
“Cuando en un país la mujer tiene un rol protagónico, un rol en el que tiene la importancia que amerita, es peligroso. Da mucho miedo ver una mujer empoderada porque se pone en cuestionamiento toda esta cuestión del privilegio del hombre”
Mediante su música, Ana Tijoux pone en manifiesto todos sus pensamientos y denuncia las carencias del sistema ideológico, uno que desmerita el esfuerzo de las mujeres y que hace la vista gorda ante la violencia de genero.
Ana lanzó recientemente un nuevo sencillo “Antifa Dance”, en el que se ha permitido cuestionarse la política en general, pero bailando. Le atrae mucho el hecho de bailar y pensar, porque nadie le ha dicho que no pueden ir juntos y asegura que en Latinoamérica nos reímos a modo de rebeldía, un cauce de calma ante la crisis.
Y cierra la entrevista con una reflexión: la humanidad está en depresión porque nunca habíamos estado tan conectados para sentirnos tan solos, nunca habíamos estado repletos de información para ser tan estúpidos y nunca habíamos tenido tanta música para dejar que sólo dos artistas nos definan.
Para ver la entrevista en Facebook, aquí.
Entrevista: Olivia Luna
Texto: Fani Bárcenas