¿Cuál es la realidad de los músicos de otras nacionalidades que residen en México?
La venezolana Laura Guevara llegó a cabina para contarnos su experiencia convertida en música .
Laura Guevara es compositora y cantautora, desde hace dos años reside en México y ha vivido un proceso de aprendizaje, reencuentro y reinvención; sin embargo, los sonidos de su tierra pueden sentirse en sus creaciones.
Actualmente se encuentra grabando un nuevo disco que saldrá el próximo año. A través de las plataformas digitales comparte los sencillos de los cuales algunos fueron trabajados en distintas partes del mundo y ella coordinaba desde lejos. Para su nuevo disco, adaptó ese proceso y lo centró todo en México.
El tema del álbum es la migración, no sólo en el ámbito geográfico, sino también espiritual, el contexto así lo exige. Es la efervescencia de los cambios intensos y la pregunta de si nos mantenemos estáticos o nos empezamos a movernos para crecer.
Parte de la inspiración de su disco fue una dura experiencia que vivió en el Centro Migratorio Las Agujas. Al llegar al aeropuerto de la Ciudad de México, la retuvieron por una prohibición de entrada al país. Aunque sus papeles estaban en orden, la mandaron a un cuarto en el que pasó 3 días completamente incomunicada. Posteriormente, la llevaron al Centro Migratorio Las Agujas en la alcaldía Iztapalapa. Para ella fue como estar en una cárcel de migrantes.
De aquello tomó fortaleza, creció y se volvió en guía de todas aquellas mujeres con las que convivía y que eran migrantes de todas partes del mundo. Así fue como se juntaron, se tomaron de las manos, cantaron y rezaron.
En una de sus convivencias compartieron sus historias de vida, todas eran difíciles y dolorosas. Laura, por su parte, tuvo que salir del país porque su vida corría peligro. Al enterarse todas que era cantante, le pidieron que cantara y lo hizo a capela. Cuando Laura abrió los ojos, todas lloraban y se abrazaban unas a otras. La vista fue arrobadora.
Poco después, se organizaron para hacer una petición y que la dejaran pasar su instrumento retenido. Fue así como un sábado ella dio un concierto a las chicas del Centro Migratorio, incluidas las oficiales. Todas cantaron, bailaron y lloraron. Fue inolvidable.
Siendo ella una migrante venezolana que está en contra de lo que sucede en su país, lo que experimentó, amplió su mirada hacia otra perspectiva:
Una lección de humanidad respecto al problema migratorio.
“La música y el humor pueden hablar de temas duros sin herir. La música y en general las artes pueden tocar temas muy profundos y pueden brindar aprendizaje humano” – Laura Guevara.
El espacio de encuentro que propone la música es hermoso, permite sanar a pesar de lo duro y del dolor. Te hace ver que no estás solo.
Texto: Fani Bárcenas