Ruido Blanco FM

View Original

Manu Chao se une a la lucha contra la histeria en el confinamiento

Manu Chao

Después de cerrarle las puertas por dos décadas a las garras de la industria y la fama, el cantautor franco español y exlíder de Mano Negra, Manu Chao decidió publicar videos en los que aparece con guitarra en mano para cantar canciones, aliviar el alma de la gente en confinamiento y recordarle al público que sigue activo.

Desde su casa graba canciones que publica en sus redes sociales. Se le pude ver en una especie de taller, con recuerdos de todos los viajes que ha hecho, vestido con humildad y una sonrisa en el rostro mientras toca temas suyos, viejos y nuevos, o interpreta canciones de otros. Una sesión a la cual ha llamado CORONARICTUS SMILY KILLER SESSIONS.

Manu Chao es conocido por su espíritu bravío y un instinto creativo temerario. Además, no cuenta con compañía de discos, no hace giras y ha rechazado participar en festivales de reconocimiento mundial. Nada de ese mundo capitalista le interesa, el prefiere el bajo perfil y la libertad, por eso vaga por los barrios en las pequeñas comunidades.

El cantautor fue uno de los músicos con mayores ventas a nivel mundial a finales de los 90. Con los álbumes “Clandestino” (1998) y “Próxima Estación, Esperanza” (2001), vendió cuatro millones de ejemplares. Como afirma el periodista Bruno Galindo:

“Es un artista crucial para entender el devenir del rock en Latinoamérica durante los 80 y los 90. También es un nudo entre la música europea y africana. Su huella es clave e indiscutible”

¿Pero de dónde viene la transformación? Manu Chao junto a su hermano Antonie empezaron muy jóvenes a tocar rock, en 1987 formaron Mano Negra, con creciente popularidad llegaron hasta 1995, año en que se separaron. Tras la ruptura, Manu vivió una etapa de duelo y decidió hacer un viaje medicinal por Latinoamérica.  Se enamoró en Brasil y se dejó invadir por los ritmos latinos tan profundamente, que aquella emoción sería la base de “Clandestino”, disco que grabó al regresar.

Ante la decepción que sufrió por el funcionamiento de la industria musical, elevó su compromiso social. Su discurso se volvió poderoso, expuso la xenofobia, las malas doctrinas religiosas, la muerte física de la música, etc. Se creó un movimiento internacional dentro del rock, cuya finalidad era conseguir un mundo mejor.

“A Manu le duele el mundo. Y se calma yendo a los sitios y apoyando causas pequeñas que cree justas.”

Y en estos momentos en que el mundo pide compasión y un poco de tranquilidad, Manu Chao aparece, siempre activo y en movimiento, siempre complejo y solidario.

Texto: Fani Bárcenas