Un piano, una guitarra, un acordeón y un ukulele fue suficiente para que Julieta Venegas se reencontrara con sus amorosos chilangos en el Teatro Esperanza Iris de la Ciudad de México, con el concepto “Íntimo”, el cual, fue por dos noches con localidades agotadas.

Fue una noche mágica, en la que la artista demostró su versatilidad, abriendo una parte íntima de cómo es que nacen sus canciones, o en su defecto, como se escuchan reversiones íntimas y acústicas de sus clásicos.

Un poco después de las 21:00 horas, con un hermoso vestido rojo y en medio de una ensordecedora ovación, apareció Julieta y de inmediato se sentó al piano para comenzar un viaje lleno de nostalgia, amor, desamor, tristezas, alegrías, de alzar la voz por las cosas que suceden en el país, además de muchos recuerdos, pero lo mejor, el estreno de varias canciones que vendrán en su próxima producción discográfica.

Se Me Fue, Amores Platónicos, No Conocerán, fueron las primeras canciones con las que inició Venegas este viaje.

“Estoy feliz de estar aquí con ustedes, para todos esos que hice sufrir porque sentían que los había abandonado quiero decirles que yo también sufrí mucho, pero gracias a esa ausencia hoy estoy aquí con ustedes”, dijo la intérprete.

En un momento del concierto, Julieta nos platicó por quién decidió dedicarse a hacer canciones en el piano, dijo que estando en un bar del Estado de México comenzó a escuchar una melodía, era Ojos de Video Tape de Charly García, y ahí fue que lo decidió, después la interpretó de manera magistral, terminando así la primera parte del concierto.

Enseguida tomó el ukulele, en el mismo tono de hacerle homenaje a los grandes que influyeron en su formación para componer canciones, así Venegas le hizo homenaje a José Alfredo Jiménez con Me Lleva la Tristeza, seguida de una de las melodías que hizo mientras hacía el proyecto de Enamorada, obra en la que debuta como actriz y que adelantó, presentará en el Teatro Silvia Pinal en una pequeña temporada del 2 al 5 de abril.

Fue el que llegó el momento de la guitarra, con la que interpretó Debajo De Mi Lengua, pero no contaba con que el instrumento no estaba bien afinado por lo que se hizo una -laguna- que fue cubierta con los gritos de “te amo Julieta”, “Estas preciosa” que ella agradeció, después, hizo un llamado para que todos nos unamos en estos momentos tan caóticos, donde lo mejor es hacer comunidad, por eso cantó Una Respuesta.

Para que no todo fuera desilusión, siguió Canciones de Amor, de ahí, apareció su inseparable acordeón con el cual se dio a conocer, comenzando con Oleada, Ese Camino, luego, llegó de su segunda producción Bueninvento con Casa Abandonada. Enseguida, vino la anécdota en la que Julieta pensó en escribir poesía, sincerándose que fracasó, por ello prefirió ponerle música a la poesía uruguaya, lo cual, le ha permitido mejorar sus composiciones.

De las nuevas canciones que vendrán en su siguiente producción, es Déjenlas Dormir la que está dedicada a todas esas mujeres que han levantado la voz para revindicar el paso de la mujer en Latinoamérica, siguió Esta Vez, luego, junto con el coro de Ensamble “Al Aire” cantaron Revolución y Andar Conmigo. 

Para aquellas personas que no pudieron celebrar el día del amor dedicó La Despedida, cómo debe ser cuando el amor ya no da para más, después, apareció Se Me Olvidó Otra Vez, recordando a Juan Gabriel. Eres Para Mi, Me Voy fueron la antesala del final, ya que la ovación del público no dejó ir a Julieta no sin antes regalar, Limón y Sal y De mis pasos, con lo cual cerraba una noche de reencuentros, nostalgia, amor, nuevas melodías, pero sobre todo una noche, donde Julieta demostró su calidad tanto como compositora y cantante.

Texto: Oswaldo Ángeles