Foo Fighters, Medicine at Night
Texto: Enrique Maroto
Tras 25 años de carrera con Foo Fighters, 16 estatuillas Grammy, una merecida posición en el Rock & Roll Hall of Fame y con 52 años de edad Dave Grohl y su banda regresan con su décima placa discográfica cargada de rock, groove, energía, fiesta y celebración.
‘Medicine at Midnight’ integra 9 tracks registrados a mediados de 2019 en una casa en Encino, California adaptada para la grabación en la que sucedían cosas fantasmagóricas como sesiones borradas, guitarras desafinadas y sonidos que ellos no habían grabado; lo que apresuró el proceso de producción, ya que los integrantes querían salir lo más rápido posible de esa casa. Hubo temas que tomaron tan sólo 45 minutos crear y grabar.
Las canciones están orientadas a un sonido más pop que en su anterior entrega, la finalidad, sueño y objetivo de Grohl es regresar a los escenarios en breve y que la gente cante estos tracks en comunión con la banda como si se tratara de un himno de unidad. El sonido en algunas canciones es claramente analógico a David Bowie, particularmente la canción ‘Chasing Birds’, donde incluso la colocación de la voz de Grohl es muy similar a la del británico.
El disco abre con el track ‘Making a Fire’, que cuenta con una poderosa batería seguida del riff de guitarra y unos coros femeninos (en los que participó Violet, la hija mayor de Grohl) de gran aportación que te enganchan enseguida. Guitarras crudas y figuras en las cuerdas tensadas al mero estilo post grunge. La melodía y la voz de Grohl son fenomenales. El coro revienta como un gran fuego encendido.
‘Shame Shame’ es el segundo corte, uno de los temas duros del disco. Una poli-rítmica de bateria, guitarras, aplausos, violas, chelos y cuerdas te invitan a mover el cuerpo, o al menos los pies. Sin duda una canción que la gente va a corear en los conciertos materializando el objetivo de Grohl.
‘Cloudspotter’, un riff de guitarra funky con un poquito de drive que le da mucho sabor. El bajo apuntalando el 1 de cada compás y la media voz de la parte baja crean una atmósfera cachonda que revienta en el coro a todo pulmón con el distintivo estilo de Dave. El track crece continuamente hasta llegar al clímax con acordes carniceros llenos de distorsión, poder y energía.
‘Waiting on a War’. Ésta es una canción que describe un miedo de Grohl en su niñez en la espera e incertidumbre de la guerra cuando los misiles de las superpotencias fueran lanzados para destruir naciones. La inspiración vino a través de su hija menor quien un día le preguntó: “Papi, ¿Cuándo va a empezar la guerra que acabe con todo?” El track inicia con la simpleza de la guitarra y la voz, a la que se van integrando los demás instrumentos y voces hasta terminar con una aceleración del tiempo a la que se integran violas y violines.
‘Medicine at Midnight’. Un inicio con espíritu claramente Motown, con algunas percusiones que dan un toque muy juguetón al track. En palabras de Grohl la medicina sería un whiskey antes de dormir para inducir a un sueño profundo.
‘No Son of Mine’ es sin duda alguna el tema más Foo Fighterezco del disco, cargado de adrenalina y con una clara orientación punk en sus riffs de guitarra que le dan cohesión a toda la canción. El orgullo familiar y los valores como tema principal de la lírica de la canción.
‘Holding Poison’ A mi parecer es un corte que Grohl escribió en un momento de remordimiento o de arrepentimiento a modo de redención y terapia para disculparse con alguien a quien había estado envenenando de alguna manera. Es un track que resulta divertido de escuchar.
‘Chasing Birds’. Esta sublime balada tiene la particularidad de dejarte con la cabeza en las nubes y con los oídos endulzados. Como lo comenté anteriormente, es notable la influencia de David Bowie en todos sus componentes; rítmicos, melódicos y armónicos. A mi parecer la mejor canción de este álbum.
‘Love Dies Young’. Con este track finaliza esta entrega, inicia con una figura de guitarra con una palpable la influencia de Queen, incluso melódicamente parecería haber sido escrita para Freddie Mercury. La verdad un tema de esos que sólo están de relleno en los discos, un poco aburrido.
Para mí, lo más rescatable de la producción realizada por Greg Kurstin son los tracks: ‘Making a Fire’, ‘Shame Shame’, ‘Waiting on a War’ y ‘Chasing Birds’, aunque recomiendo escucharlo todo, tan sólo dura 36 minutos con 35 segundos.
Sin duda los fans de FF quedaran complacidos y quizá esperando un poco más, pienso que la llama del Rock se mantiene encendida y vigorosa para las nuevas generaciones con esta entrega.
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Músico mexicano, compositor y productor. Ha colaborado con artistas como Erick Canales de Allison, PJ Hansen de DLD, Pambo, Charlie Montana, entre otros ya sea produciendo música, componiendo o tocando en vivo. Puedes escuchar su último proyecto llamado Nuk o bien escuchar parte de su material solista aquí .