Los Vaqueros de Leningrado en América
Dirección y guión: Aki Kaurismäki
Música: Leningrad Cowboys
País: Suecia y Finlandia
Año: 1989
Género: Comedia y aventuras
Idioma: Inglés
La película:
Con este film nórdico dirigido por Aki Kaurismäki, se dieron a conocer Los Vaqueros de Leningrado en 1989, singular banda de rock y otras rebeldías. En la película se plantea que son originarios de la tundra rusa. Usan grandes copetes y zapatos puntiagudos (anticipándose, por cierto, a la moda de las botas tribaleras).
Ante la falta de oportunidades por aquellos gélidos lugares, donde su bajista además se congeló en un ensayo, y junto a su abrigado representante Vladimir (Matti Pelonpää), decidirán probar suerte en el continente americano. Se les uniría un polizonte llamado Igor (Kari Väänänen), una mezcla de fan y roady.
Al mas puro estilo de las road movies, los nueve músicos y su representante, comenzarían un trayecto en dirección al sur desde Nueva York, a bordo de un destartalado Cadillac que comprarán a un vendedor de autos interpretado por el director de cine Jim Jarmusch. Se enfrentarán así, a toda clase de reacciones incrédulas por parte del público estadounidense, pero lograrán el triunfo buscado, de una forma inesperada.
La música:
En la historia, Los Vaqueros de Leningrado mezclan polkas, rock & roll, country y punk, con canciones tradicionales escandinavas, demostrando que la actitud rockera no tiene fronteras. Más allá de la reacción de los estadounidenses a su manera de interpretar el rock, son memorables cada uno de sus conciertos.
Para esta película, Kaurismäki conformó un grupo con ex integrantes de la banda finlandesa The Sleepe Sleepers y Nicky Tesco, líder de la banda británica punk The Members. Actualmente, el grupo ha trascendido su aparición en las películas Los Vaqueros de Leningrado en América y su secuela de 1994, ya que siguieron dando conciertos como los Leningrad Cowboys, incluyendo colaboraciones con el Coro del Ejercito Rojo en temas como Sweet Home Aalabama. La influencia del heavy metal ha sido más evidente con la llegada del nuevo milenio.
Texto: Sr. González